viernes, 20 de febrero de 2009

BURGOS Por tierras de España VI


Comenzamos nuestra visita a Burgos en la Plaza Mayor, donde se situa el Ayuntamiento. Le dedicamos el tiempo justo a esta plaza rodeada de bonitos y reformados edificios, presidida por la estatua de Carlos III. LA impaciencia hacía mella en nosotros y queriamos rápidamente acudir a la visita de la Catedral, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
Llegamos hasta la Plaza del Rey San Fernando y tras pasar por caja y comprar nuestros tickets, 5 euros cada uno, entramos al templo.

 

La catedral de Santa María, como así se llama, aunque es más conocida por todos como Catedral de Burgos, es un monumento gótico y templo vivo dedicado al culto y la oración. Se tardo en construir 39 años y ha sufrido dos ampliaciones hasta lo que conocemos hoy en día, dando lugar a numerosas capillas que rodean al núcleo central, donde reposan los restos del Cid Campeador bajo una humilde losa.




Al salir de la Catedral observamos durante unos segundos la fachada de la Iglesia de San Nicolás, situada junto a su hermana mayor, la propia Catedral.
Desde aquí nos dirigimos hacia el río y pasamos bajo el impresionante Arco de Santa María, antigua puerta de la muralla.
Desde el Arco parte el Paseo del Espolón; muy querido por los burgaleses y que, espléndidamente decorado, nos dirige al Teatro Principal. Junto a este se haya el Palacio de la Diputación y la plaza de Mio Cid, presidida por una estatua ecuestre de Don Rodrigo Díaz de Vivar, héroe castellano natural de Vivar (localidad cercana a Burgos).

Desde la plaza del querido caballero castellano y tomando la calle de Santander, llegamos a la casa del Cordón que, como su nombre indica, muestra un cordón a modo de ornamento en su fachada.

Con todo esto habíamos recorrido gran parte del casco histórico de Burgos y, a espera de que abran el museo de la Evolución Humana, tan solo nos quedaba acudir al castillo.

Tras reponer fuerzas tomamos el camino del Castillo, desde donde se aprecian unas vistas inmejorables de la capital burgalesa. En el mirador unos paneles bastante trabajados nos ayudan a interpretar las vistas de las que gozamos y una estrella nos sitúa importantes ciudades españolas, europeas y mundiales.


Como siempre hay más cosas que las ciudades ofrecen pero hemos realizado una más que digna ruta por Burgos viendo lo más característico de la urbe.
Esta vez mi acompañante fue mi madre, a la cual había oído toda la vida decir que quería ver la Catedral de Burgos y he decidido que ya iba siendo hora.

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