domingo, 11 de septiembre de 2011

11 S. Un día que cambió el mundo

Han pasado diez años y seguro que a muchos les pasa como a mí, las imágenes están muy frescas.


No sé sí tiene mucho sentido escribir sobre un tema como éste en un blog de temática viajera, pero me siento en la necesidad de, al menos, hacer una pequeña reseña; por el recuerdo.

Aquel fatídico 11 de Septiembre de 2001 para los Estados Unidos, que hizo tambalearse a toda la sociedad occidental, yo contaba con apenas 15 años pero, creo que, con la suficiente conciencia y madurez como para comprender la magnitud de lo acaecido.

En España eran alrededor de las tres de la tarde, hora aproximada a la que yo salía del instituto aquel martes.
Recuerdo llegar a casa y escuchar de fondo, sin prestarle atención, el telediario. No empleaban el tono habitual, algo iba mal. De pronto una imagen llamó mi atención, un rascacielos en llamas se iba a pique. ¿Qué ha pasado?. Me senté y comencé a ver la tele.

Aquella estampa era horrible. Se repetían las imágenes de los aviones estrellándose contra las torres del World Trade Centre mientras trataban de dar nuevos datos sobre la tragedia.
Estados Unidos, la primera potencia mundial había sufrido en su propia casa el mayor golpe de su Historia.
Un atentado terrorista de tal magnitud en el corazón del país, en el centro de Nueva York.

Las sensaciones eran contradictorias, por un lado comenzaba a comprender la dimensión de la tragedia pero, por otro lado aún no podía creer que algo así estuviese pasando en EEUU.
Durante las horas y días siguientes tuvimos un sinfín de datos, reacciones y comunicados, algunos de ellos totalmente contrarios a otros.

Hoy, diez años después, todos sabemos lo que pasó, o al menos lo que nos contaron, y lo que sucedió después.
Yo no voy a entrar en opiniones políticas ni similares, solamente quiero, desde mi humilde posición, transmitir el recuerdo de las víctimas que aquel día y los posteriores, perdieron la vida, a familiares, amigos y mucho más.

La historia debería escribirse para saber lo que tiene o no tiene que repetirse.

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